Nací en Goizueta, un pequeño pueblo situado en el norte de Navarra.

Mi infancia transcurrió entre los bosques y las montañas de este idílico lugar en los que vagaba buscando nidos y anotando en un pequeño cuaderno el comportamiento de los animales. A los 8 años conseguí mi primera cámara fotográfica con la que di los primeros pasos.

Gracias a la fotografía comencé a observar la infinidad de texturas y matices que pueden hallarse bajo una atenta y paciente mirada. Pronto sentí la necesidad de mostrar mi visión personal de la naturaleza a través de la cámara y siento que se ha convertido en una parte fundamental de mi vida.